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Un grupo no partidista critica el plan del gobernador Newsom de reescribir la Constitución
SACRAMENTO — Hoy, California Common Cause, un grupo líder en reformas democráticas, anunció su oposición al plan del gobernador Newsom de solicitar una Convención constitucional del “Artículo V”. El proyecto de ley, SJR7Agregaría a California a la lista de estados que intentan reescribir la Constitución de Estados Unidos sin reglas ni estructura de gobierno.
El año pasado, Common Cause lideró la derrota de las apelaciones al Artículo V en Illinois y Montana.
La siguiente es una declaración de Jonathan Mehta Stein, director ejecutivo de California Common Cause:
“Hay pocos riesgos para las libertades que apreciamos que sean mayores que convocar una convención constitucional. No importa qué tema le preocupe a uno (derechos civiles, aborto, vivienda, medio ambiente o seguridad de las armas), una convención del Artículo V conlleva el potencial de hacernos retroceder en lugar de hacernos avanzar.
Al convocar una convención constitucional, el gobernador Newsom invitaría a los intereses especiales ricos a abrir el capó de la Constitución de Estados Unidos y a modificar nuestros derechos y libertades, sin una sola regla. Las voces de los californianos comunes se perderían en medio de los intereses especiales adinerados que invierten dinero en reestructurar nuestra Constitución para su propio beneficio.
Una convención constitucional carece de límites legales claros y normas históricas establecidas respecto de qué temas pueden ser considerados. Tampoco hay un lenguaje específico en la Constitución de los Estados Unidos que limite una convención a un solo tema. Algunos expertos en derecho creen que una convención, una vez convocada, podrá considerar cualquier enmienda a la constitución que los delegados quieran considerar. La última vez que se celebró una convención constitucional federal fue en 1787, cuando se redactó la propia Constitución. En esa convención, los reunidos desecharon las reglas que pretendían regir su propósito y autoridad, limitadas a enmendar los Artículos de la Confederación, y en su lugar elaboraron un documento completamente nuevo. Este precedente histórico plantea una gran preocupación por los intentos de limitar el alcance de cualquier convención en el futuro.
Además, no existen reglas conocidas. No se sabe cómo se elegirían los delegados a una convención, qué reglas se establecerían, qué sucedería en caso de disputas legales, cómo estarían representados el pueblo y los estados estadounidenses y cómo se podría o se limitaría la influencia de intereses especiales, si es que se limita.
Es muy probable que si se lograse convocar una convención, ciertos intereses especiales intentarían aprovechar la oportunidad para reformar derechos constitucionales básicos y principios democráticos.
No habría manera de proteger los valores de California cuando cada estado de la nación enviaría representantes con valores diferentes y los grupos de interés podrían hacer un día de campo con nuestros derechos, sin reglas ni limitaciones.
“Una convención del Artículo V no ha sido puesta a prueba y es riesgosa. California no tiene por qué ceder nuestros derechos y libertades a representantes de otros estados y a intereses especiales irresponsables. Instamos a la legislatura a que rechace un futuro tan impredecible para nuestro estado y se concentre en resolver los problemas de hoy, no en crear otros nuevos para el futuro”.