La Corte Suprema ha sostenido que los límites a las contribuciones a las campañas son un medio legítimo para “hacer frente a la realidad o apariencia de corrupción inherente a un sistema que permite contribuciones financieras ilimitadas”. Los límites a las contribuciones a las campañas ayudan a garantizar que los candidatos no dependan excesivamente de unos pocos donantes ricos para financiar sus campañas. Con un tope a las contribuciones individuales, los candidatos también deben construir una base más amplia de contribuciones más pequeñas para ser viables. En 2014, el gobierno federal y 38 estados habían promulgado límites a las contribuciones a las campañas. Treinta y cuatro estados también han promulgado límites a las contribuciones a las campañas locales.