A medida que se acercan las próximas elecciones presidenciales, tenemos todos los motivos para creer que nuestros enemigos intensificarán sus esfuerzos para influir de forma encubierta en los votantes estadounidenses.

Desde hace años, la Agencia Federal de Seguridad Cibernética y de Infraestructura ha prevenido altos funcionarios estatales de elecciones y ciberseguridad sobre las amenazas que plantean Rusia y otros adversarios extranjeros antes de las elecciones de 2024. Sabemos que Rusia, Irán y China se han entrometido en elecciones anteriores, apuntando a audiencias específicas y sembrando desinformación en línea en un intento de socavar la confianza en nuestras instituciones democráticas.

¿Se convertirá Connecticut en uno de los próximos frentes en la guerra de desinformación que libran los adversarios extranjeros de Estados Unidos?

Tal como está hoy, la ley de financiamiento de campañas de Connecticut contiene una laguna vulnerable que permite a personas y entidades extranjeras gastar fondos extranjeros. Sin limite para influir en el resultado de los referendos estatales y locales. La ley actual de nuestro estado limita el derecho de un comité político formado únicamente para ayudar o promover el éxito o la derrota de una pregunta de referéndum a recibir contribuciones de un comité nacional o de un comité de un candidato a un cargo federal o de otro estado, pero esta disposición no dice nada sobre los fondos provenientes de fuentes extranjeras.

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