Los súper PAC de Connecticut, que pueden recaudar y gastar cantidades ilimitadas de dinero para apoyar u oponerse a candidatos electorales, están siendo utilizados como una herramienta por un puñado de individuos ricos, organizaciones de lobby y empresas para comprar nuestras elecciones para servir a sus intereses.

Una afluencia masiva de varios millones de dólares en donaciones a súper PAC hasta el momento en 2018 —más de la mitad provenientes de intereses fuera del estado— ahoga las voces de los ciudadanos y candidatos de Connecticut, socava los objetivos de las fuertes leyes de financiamiento de campañas de Connecticut y daña la confianza pública en la integridad de nuestras elecciones.

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