Este es un extracto de un artículo de opinión escrito por el reverendo Al Sharpton para el Messenger. Para leer el artículo completo, haga clic aquí. 

Imagínese cambiar el preámbulo de la Constitución de Estados Unidos para que diga:

“Nosotros, las corporaciones de los Estados Unidos, con el fin de formar un acuerdo más perfecto para los negocios, establecer salarios indignos, asegurar ganancias corporativas, proporcionar condiciones de trabajo deficientes y asegurar las bendiciones de miles de millones en la posteridad para los directores ejecutivos y la élite adinerada, ordenamos y establecemos esta Constitución para los estados corporativos de América”.

¿Una locura? Piénselo de nuevo. No está lejos de la posición de la mayoría de los legisladores de Delaware, cuya Intento reciente de garantizar el derecho de voto a las corporaciones en la ciudad de Seaford muestra cómo el Primer Estado ahora elige honrar su nombre.

Dejando de lado la hipérbole, el mes pasado la Asamblea General de Delaware aprobó una medida para modificar los estatutos municipales de Seaford para permitir que las corporaciones, sociedades y corporaciones de responsabilidad limitada emitan votos en las elecciones municipales de la misma manera que lo hace un votante elegible.