“Este es un día alarmante para todos aquellos que valoran una Internet libre y abierta, y deberíamos ser todos nosotros. La FCC podría haber actuado con decisión para garantizar que Internet siga siendo una plataforma abierta para la libre expresión y el intercambio de comunicaciones que sustenten la democracia. En cambio, la Comisión volvió a dejar a los usuarios de banda ancha sin las protecciones que merecen.

“Seamos claros. Cualquier propuesta que permita vías rápidas para unos pocos no es en absoluto neutralidad de la red. El requisito de sentido común claro para una Internet abierta es la reclasificación del Título II, que garantiza la autoridad de la agencia para proteger a los consumidores y asegurar la libertad de expresión en línea.

 “La FCC debería llevar a cabo audiencias públicas sobre el tema fuera de Washington, DC, para poder escuchar a las personas que tendrán que vivir con las decisiones que tome en este momento crucial para el futuro de Internet. No es una exageración decir que todos los estadounidenses tienen un interés en sus deliberaciones.

“Las presunciones de este punto no parecen muy diferentes de lo que se informó sobre el borrador inicial. Abre una puerta a la clasificación del Título II, pero sigue inclinando la balanza a favor del débil marco legal que hasta ahora no nos ha llevado a ninguna parte. Abre una puerta a que las redes inalámbricas queden cubiertas por la neutralidad de la red, pero sigue manteniendo el alcance de las normas anteriores que excluían las redes inalámbricas. Y sigue dependiendo demasiado de métricas porosas (como qué es "comercialmente razonable") por las que los ISP pueden pasar un camión de 18 ruedas. Hoy debería haberse tratado de adoptar fuertes salvaguardas, normas exigibles y bases jurídicas sólidas. No fue así. Por lo tanto, será necesario que muchos ciudadanos se manifiesten ahora para decirle a la FCC que va en la dirección equivocada”.

Common Cause es una organización de base no partidista dedicada a restaurar los valores fundamentales de la democracia estadounidense, reinventar un gobierno abierto, honesto y responsable que trabaje por el interés público y empoderar a la gente común para que haga oír su voz.