El Congreso debe tomar medidas audaces ahora para aprobar un Código de Conducta de la Corte Suprema sólido y vinculante y anular el desastroso fallo de la Corte sobre la inmunidad presidencial.
Estas reformas cruciales garantizarían que nadie –ni presidentes ni jueces– esté por encima de la ley.
El Registro Automático de Votantes (AVR, por sus siglas en inglés) ayudaría a garantizar que todos los estadounidenses que reúnen los requisitos tengan voz en nuestra democracia, ahorraría dinero a los estados y haría que los padrones electorales fueran más precisos y seguros. Por eso, el AVR debería implementarse en todos y cada uno de los estados para modernizar nuestro anticuado sistema de registro de votantes.
