Donald Trump acaba de anunciar que se postulará a la presidencia y, en su discurso, repitió afirmaciones extrañas y falsas sobre las elecciones de 2020, exigió una letanía de medidas antivotantes y señaló sus planes de redoblar su fallida estrategia de sabotaje electoral.

No hace falta que os digamos lo grave que es esto para la democracia. Nuestro país aún se está recuperando de sus intentos desesperados de revertir su derrota en las elecciones de 2020, y la Gran Mentira que inventó sin una pizca de evidencia incitó una ola de legislación antivotante, desinformación desenfrenada y, lo peor de todo, el mortal ataque del 6 de enero.

Common Cause pidió el impeachment de Trump inmediatamente después de ese día horrible, en parte porque una condena le impediría volver a ocupar un cargo público. Y, lamentablemente, el hecho de que el Senado no lo haya obligado a rendir cuentas no ha cambiado el peligro que representa para nuestra democracia.

Mantenemos una estricta política de no partidismo y no apoyamos ni nos oponemos a candidatos que se postulan para un cargo, lo que significa que no estamos en deuda con ningún partido y podemos lograr victorias a favor de la democracia en estados rojos, azules y morados.

Pero sabemos que nuestra misión principal de proteger la democracia y defender el estado de derecho significa oponernos a cualquier intento de sabotear nuestras elecciones, anular votos legítimos o tomar el poder por encima de la voluntad del pueblo, una estrategia que Trump y sus acólitos han respaldado abiertamente para 2024.

He aquí una verdad que no podemos perder de vista: las peleas que importan para 2024 llegarán antes de lo que pensamos, y no se llevarán a cabo en la televisión, sino en las legislaturas estatales de todo el país..

Aquí está nuestro plan de respuesta: Debemos trabajar de inmediato para reforzar las salvaguardas en los estados en los que Trump intentó revocar los resultados de 2020, como Arizona y Pensilvania. Eso es especialmente importante ahora que nos preparamos para otra ronda de desinformación sobre las reñidas elecciones de 2022 en esos estados por parte de los negacionistas electorales respaldados por Trump.

Con su ayuda, podemos montar una defensa firme contra una posible legislación de supresión de votantes en las sesiones legislativas de 2023 de estos estados, y estar preparados para llevarlos a los tribunales si es necesario para defender los derechos de los votantes.

También debemos continuar nuestro trabajo para asegurar un compromiso simple de cada legislador en el Congreso y en los estados: ¿Respetará la voluntad de los votantes en 2024 o se sumará a los esfuerzos corruptos de Trump y sus cómplices para anular las decisiones de los votantes que no lo apoyan?

Y como sabemos que la desinformación en línea fue como el combustible para la Gran Mentira de Trump en 2020, necesitaremos intensificar nuestros esfuerzos para exigir cuentas a plataformas como Facebook y Twitter, y evitar que permitan que teorías conspirativas desacreditadas sobre nuestras elecciones se vuelvan virales.

Si usted es como yo, estará exhausto después de estas maratónicas elecciones intermedias, ya sea que haya colaborado voluntariamente en las urnas, haya donado a una causa en la que cree o simplemente se haya mantenido al día con las noticias.

Pero el anuncio de Trump –y su decisión de redoblar su estrategia de negación y desinformación– significa que lo que suceda en las legislaturas estatales en los próximos meses marcará la diferencia en cuanto a si las elecciones de 2024 serán libres y justas. Tenemos que ponernos a trabajar de inmediato.