Todos los estadounidenses merecen tener voz en nuestras elecciones, pero todos los senadores republicanos, menos uno, volvieron a revelar hoy que prefieren elegir quién puede votar y quién no para obtener una ventaja partidaria. La votación del Senado de hoy se llevó a cabo durante más de ocho años después de que la Corte Suprema eliminara una disposición fundamental de la Ley de Derecho al Voto en Condado de Shelby y cuatro meses desde que debilitó otro pilar en BrnóvichEl Partido Republicano moderno todavía intenta aferrarse al manto del "Partido de Lincoln" mientras da la espalda al derecho al voto, ya que algunos estados aprueban una Nueva generación de leyes de Jim Crow para dificultar el voto de muchos estadounidenses, en particular de los estadounidenses negros y latinos.

Todos los estadounidenses merecen la libertad de votar, pero cada vez más estados están aprobando leyes que dificultan la participación en nuestra democracia y silencian a los votantes por su condición de minoría racial o lingüística. La Ley de Promoción del Derecho al Voto John R. Lewis fortalecerá nuestra capacidad de emitir nuestro voto para que todos tengamos la misma voz en el futuro para nuestra familia y comunidad, independientemente de nuestra raza o procedencia. La legislación ayudará a revertir gran parte del daño causado a la Ley del Derecho al Voto por la Corte Suprema bajo el Presidente del Tribunal Supremo John Roberts. Junto con la Ley de Libertad para Votar, estos proyectos de ley abordarían muchas de las nuevas leyes de Jim Crow aprobadas en los estados.

La votación de hoy es la cuarta vez en los últimos meses que los 50 senadores demócratas han votado a favor de aprobar una importante ley sobre el derecho al voto, pero se han encontrado con la oposición republicana. Del lado republicano, sólo la senadora Lisa Murkowski (republicana de Alaska) votó hoy a favor de permitir siquiera el debate de la legislación propuesta. Ella es una de los diez senadores republicanos actuales que votaron a favor de la reautorización de la Ley de Derecho al Voto cuando fue aprobada por el Senado por 98 a 0 en 2006. Hoy, los otros nueve le dieron la espalda a la libertad de voto. La historia no verá con buenos ojos a esos senadores y a sus colegas republicanos. No se debe volver a abusar de la laguna jurídica del Senado que se utilizó durante mucho tiempo para obstaculizar la legislación sobre derechos civiles en los años 60 para defender las nuevas leyes de Jim Crow que se están aprobando en todo el país. Es inconcebible que hoy no haya ni siquiera 10 senadores republicanos que voten a favor de debatir sobre la protección de nuestra libertad de voto. Los senadores demócratas deben reformar la obstrucción para aprobar estos proyectos de ley de importancia crítica para proteger la libertad de voto de todos los estadounidenses.