Hoy la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) votó a favor de iniciar un proceso que probablemente permitirá que nuestros conglomerados de medios de comunicación crezcan aún más. Y la FCC lo está haciendo sin garantizar que el pueblo estadounidense tenga tiempo y oportunidades adecuadas para opinar.

El presidente de la FCC, Kevin Martin, dejó pasar una oportunidad de oro para dejar claro al público estadounidense que esta ya no es la FCC de Michael Powell. En cambio, el público sigue sin saber si la FCC tiene intención de cambiar su forma de actuar y comprometerse realmente a involucrarlos en estas decisiones cruciales sobre la propiedad de los medios de comunicación.

Ya hemos pasado por esta situación antes. En 2003, la FCC propuso nuevas normas que habrían permitido a una sola empresa ser dueña del periódico local, hasta tres estaciones de televisión locales, hasta ocho estaciones de radio y el sistema de cable local en un mercado de medios. Al final, las normas y el proceso a puertas cerradas que las creó fueron rechazados rotundamente por el Congreso, los tribunales y el público.

Hoy, el presidente Martin no ha hecho mucho por garantizarnos que esta vez el público participará. Seis audiencias públicas son insuficientes si tenemos en cuenta que en 2003, más de dos millones de estadounidenses participaron en el proceso sobre la propiedad de los medios de comunicación. Lo que es aún más preocupante es que la Comisión no nos ha asegurado que las normas se considerarán en un paquete integral que permita al público comprender el impacto total de estos cambios.

Common Cause y sus 300.000 miembros y seguidores seguirán atentamente las acciones de la Comisión, y pedimos al presidente Martin que escuche atentamente las voces del pueblo estadounidense antes de otorgar a las grandes empresas de medios de comunicación nuevos beneficios de interés especial.