Virginia es uno de los pocos estados que restringe permanentemente el derecho a votar a los ciudadanos que regresan a sus hogares, a menos que lo soliciten directamente al gobernador. Virginia se ha visto acosada por esta estrategia de Jim Crow para suprimir el voto afroamericano desde fines del siglo XIX y sigue teniendo algunas de las tasas más altas de privación del derecho al voto por delitos graves del país.

La Constitución de Virginia priva permanentemente a los virginianos condenados por un delito grave de su derecho a votar, a ocupar un cargo público, a convertirse en notario público y a portar un arma de fuego. Los gobernadores de ambos partidos han trabajado históricamente para restablecer los derechos de voto, pero en los últimos años el gobernador Youngkin ha decidido establecer un proceso que carece de transparencia. Como resultado, Youngkin ha restaurado los derechos a aproximadamente 4.000 ciudadanos que regresaron, en comparación con más de 200.000 personas bajo la administración anterior.

Tenemos la oportunidad de cambiar este sistema, pero necesitamos su ayuda. Los votantes tienen la capacidad de modificar la Constitución de Virginia. Para ello, necesitamos aprobar la enmienda en dos sesiones legislativas consecutivas, lo que desencadenará un proceso público de enmienda en el que los votantes tendrán la última palabra.

Esta es nuestra oportunidad de acabar con siglos de discriminación y violación de los derechos civiles de nuestros ciudadanos. Únase a nosotros firmando nuestra petición y/o inscribiéndose como voluntario en la campaña.