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Los ataques rusos a los sistemas de votación de los condados de Florida deben contrarrestarse con acciones y fondos federales
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Los floridanos esperan y merecen saber que los funcionarios estatales y federales están tomando las precauciones adecuadas para salvaguardar la integridad de los sistemas electorales. Como estado que siempre está en disputa electoral, sabemos que somos y seguiremos siendo un objetivo. Las nuevas revelaciones de que no uno, sino dos sistemas electorales de los condados de Florida fueron violados por piratas informáticos rusos durante el ciclo electoral de 2016 plantean serias preocupaciones que deben ser abordadas por los funcionarios estatales y el Congreso de los Estados Unidos.
La cuestión no es qué dos condados fueron atacados y quién lo sabía, sino qué ha hecho el gobierno en todos los niveles para proteger los sistemas existentes en cada condado y anticipar la próxima generación de ciberataques. Sin duda, esos ataques ya comenzaron en el período previo a las elecciones de 2020, y se avecinan más. Estos ataques inevitables deben ser abordados por el gobierno estatal y federal.
Merecemos saber qué se ha hecho y qué se hará para proteger los sistemas electorales de Florida contra futuros ataques. ¿Están limpias las redes y las bases de datos? ¿Contamos con las herramientas adecuadas para detectar y proteger nuestros sistemas electorales en el futuro? ¿Estamos gastando adecuadamente los recursos proporcionados por el Congreso a través de los fondos de la Ley de Ayuda al Voto de la EAC?
Puede que la Casa Blanca no esté dispuesta a abordar la amenaza actual y grave que pesa sobre nuestros sistemas electorales, pero el Congreso debe actuar y debe hacerlo con decisión. El Congreso está ahora en el proceso de decidir si destina más dinero a los estados para la seguridad electoral. Es indignante que el gobierno federal deje que los condados se las arreglen solos contra los ataques de un estado nación como Rusia. El año pasado, el Congreso destinó 1,380 millones de dólares a los estados, de los cuales 1,99 millones se destinaron a Florida. Esa cantidad debe triplicarse este año.
El año 2016 demostró que los gobiernos extranjeros tienen mucho que ganar si interfieren en nuestras elecciones. Se avecinan más ataques. Los funcionarios estatales y federales deben tomar medidas y proporcionar fondos suficientes para salvaguardar nuestros sistemas electorales y deben implementarse medidas disuasorias adecuadas para garantizar que las potencias extranjeras hostiles paguen un alto precio por atacar nuestra democracia.