“Faltan aproximadamente 40 días para el día de las elecciones y la gente de todo el país ya está emitiendo sus votos en nuestras elecciones presidenciales; ahora no es el momento de apresurarse en la designación de un miembro de la Corte Suprema. De acuerdo con la Constitución y los propios deseos de la jueza Ginsburg, el presidente que sea elegido por el pueblo en noviembre debería nominar a un juez después de la investidura.

“Insto a los senadores Marco Rubio y Rick Scott a que recuerden la intención de los redactores de la Constitución y se nieguen a votar sobre cualquier candidato a juez que se presente ante el Senado. La cláusula de asesoramiento y consentimiento se concibió para que fuera un proceso serio y deliberativo, no uno apresurado, ni programado para lograr la máxima influencia política, ni que se convenza mediante una votación de una mayoría simple del Senado. Si bien más de la mitad de los estadounidenses creen que la Corte Suprema está “demasiado involucrada en la política”, simplemente hay demasiado en juego.

“El senador Rubio también puede recordar su propia postura adoptada en marzo de 2016, ocho meses antes del día de las elecciones, cuando el entonces presidente Barack Obama intentó llenar el puesto que quedó vacante tras la muerte del juez Antonin Scalia. El senador Rubio dijo: 'No creo que debamos seguir adelante con un candidato en el último año del mandato de este presidente. Diría eso incluso si fuera un presidente republicano'. Si no votaron entonces, la gente de Florida espera que no voten ahora”.