Finalmente lo logramos: hoy es la segunda vuelta de las elecciones en Georgia, la culminación de una temporada electoral maratónica que duró meses.

Estas serán unas de las elecciones más polémicas y de mayor riesgo que nuestro estado haya visto jamás, y, para colmo, las celebraremos durante la peor crisis sanitaria y económica de nuestras vidas, con políticos oponiéndose abiertamente al derecho de las personas a votar de forma segura desde casa.

Por eso actuamos tan rápidamente para movilizar una gran operación de protección electoral, con georgianos de todo el estado dando un paso adelante para defender nuestra democracia, asegurándose de que cada votante elegible, independientemente de su afiliación política, pueda emitir su voto y que este sea contado.

Cientos de georgianos están prestando servicios en persona de manera segura y manteniendo el distanciamiento social. Monitores de encuestas – una cara amigable para resolver los problemas de los votantes, al tiempo que está atenta a cualquier problema como largas colas, mal funcionamiento de las máquinas o intimidación de los votantes.

Muchos más están usando su destreza en las redes sociales para vigilar Internet y así poder tomar medidas. Detener la desinformación cuyo objetivo es suprimir a los votantes y cortar el ruido proporcionando información verificada de fuentes oficiales.

Pero la protección electoral no termina cuando cierran las urnas el día de las elecciones. Equipos de escrutinio de votos y de curación de votos será la primera línea de defensa de los votantes contra las fuerzas que podrían descalificar sus votos emitidos legítimamente, vigilando el proceso de recuento de votos y ayudando a los votantes a corregir o arreglar sus votos para que puedan ser contados.

Estos programas nos permitieron tener un gran impacto durante las elecciones generales (¡nuestro estado incluso tuvo la mayor participación en la historia!), pero no hemos terminado de luchar por los derechos de los votantes. Todos los georgianos merecen tener voz y voto en nuestro futuro, y nuestra democracia es más fuerte cuando todos podemos hacernos oír.

No es nada menos que enEs inspirador que tantos de nuestros miembros hayan estado dispuestos a servir como voluntarios de Protección Electoral, renunciando a sus noches y fines de semana para proteger nuestra democracia. Gracias a ellos, pudimos conectarnos con innumerables votantes, en el terreno, en las redes sociales y a través de los 1,3 millones de mensajes de texto que enviamos a los georgianos.

Estamos entusiasmados por seguir trabajando hoy, cuando millones de georgianos acuden a las urnas con la esperanza de cumplir la promesa de un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. Nuestra democracia no exige menos.