“Nicholas Ochs, el fundador del capítulo de Hawái de Proud Boys y candidato republicano fallido para la legislatura estatal de Hawái, fue detenido El jueves por la noche, en el Aeropuerto Internacional Daniel K. Inouye de Honolulu, tras regresar de la violenta insurrección en el Capitolio de Estados Unidos, Ochs se enfrenta a un cargo de delito menor por entrada ilegal a edificios o terrenos restringidos.

Ochs y todos aquellos que participaron, alentaron e incitaron la insurrección violenta deben rendir cuentas plenamente ante la ley. Lo que Ochs hizo el 6 de enero no fue una libertad protegida por la Primera Enmienda, sino un ataque al pueblo, a nuestra democracia y a nuestro país. Los alborotadores como Ochs no solo atacaron una institución o un edificio, sino que nos atacaron a nosotros, al pueblo, al intentar anular violentamente la voluntad de los votantes y los resultados de una elección libre y justa. Ochs y su organización supremacista blanca no representan al pueblo de Hawái, que entiende y vive los valores de Aloha. Avergüenza a nuestro estado.

En nuestra democracia, los votantes deciden quién gana las elecciones. Las elecciones libres y justas deben ser el principio fundamental de nuestra democracia. Cualquiera que socave ese principio no es digno de ocupar ningún cargo electivo, ya sea a nivel local, estatal o federal, y mucho menos la presidencia. Esta noche, me hago eco de los llamados para que el presidente Trump y todos los miembros republicanos del Congreso que votaron para subvertir la voluntad del pueblo e incitaron a la insurrección violenta renuncien. El presidente Trump y estos miembros del Congreso demostraron que no pueden llevar a cabo los deberes de su cargo en nuestra república democrática y deben dejar el cargo.

“La violencia que presenciamos en el Capitolio de Estados Unidos no tiene cabida en nuestra democracia”.