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¿Cómo sería una Corte Suprema ideológicamente dividida?
Establecer límites de mandatos en la Corte Suprema es una de las propuestas más populares para la Corte Suprema. Ampliar la Corte Suprema es otro plan que ha llegado a ser parte del diálogo nacional. Una vía menos conocida, propuesta por Daniel Epps y Ganesh Sitaraman, pide una Corte Suprema dividida ideológicamente de manera uniforme.
En este modelo, el tribunal se ampliaría a 10 jueces. Cinco de ellos estarían asociados al Partido Demócrata y cinco al Partido Republicano. Estos 10 jueces luego seleccionarían a cinco jueces adicionales de entre los jueces de circuito en funciones. Sin embargo, estos cinco jueces tendrían que ser elegidos por unanimidad; los 10 jueces tendrían que llegar a un consenso sobre qué jueces adicionales desean agregar al tribunal. Si los jueces no llegan a una decisión unánime, no se les permitiría escuchar casos durante ese año.
La idea detrás de esta propuesta es que los cinco jueces adicionales devolverían cierta independencia a la Corte Suprema. Si los jueces tienen que ponerse de acuerdo por unanimidad sobre cinco jueces, es más probable que acuerden jueces independientes sin una afiliación partidaria clara. Sin embargo, siempre existe la posibilidad de que los jueces acuerden algunos jueces partidistas para incorporarlos al tribunal. Además, la división partidaria equitativa reduciría la tensión en torno a los nombramientos de la Corte Suprema, porque cada partido tendría garantizados cinco jueces.
Este modelo también puede alentar a los presidentes a nombrar jueces independientes para los tribunales inferiores. Si los 10 jueces tendieran a elegir jueces independientes, los presidentes podrían optar por nombramientos menos ideológicos para los tribunales inferiores, porque los jueces menos ideológicos podrían tener más probabilidades de ser elegidos como jueces temporales de la Corte Suprema.
Los magistrados adicionales cumplirían mandatos de un año y tendrían que ser seleccionados con dos años de antelación. Epps y Sitaraman prevén un intervalo de dos años para reducir la posibilidad de que los magistrados “hagan tratos” entre ellos durante el proceso de selección de jueces. Un intervalo de dos años ayudaría a evitar tratos basados en los casos que los magistrados sabían que estaban programados para audiencias.
La incorporación de jueces de tribunales inferiores por períodos breves puede contribuir a garantizar cierta modernidad en la Corte Suprema. Antonino Scalia Una vez dije: “Uno siempre se pregunta si está perdiendo el control y si sus opiniones actuales no son tan buenas como las antiguas”. Si se añadieran cinco nuevos jueces al tribunal cada año, habría nuevas perspectivas disponibles para ofrecer argumentos en competencia.
Con cuotas obligatorias de afiliación partidaria, el proceso de nombramiento de la Corte Suprema probablemente requeriría una modificación. ¿Qué sucedería si un juez republicano falleciera y un presidente demócrata estuviera en el poder? El congresista republicano de mayor rango podría estar a cargo de la nominación. O bien, se podría exigir al republicano de mayor rango en el Congreso que envíe el nombre del candidato del partido al presidente y el presidente estaría obligado a hacer la nominación formal.
Esta propuesta intenta reducir la cantidad de candidatos a la Corte Suprema que son sumamente polémicos y restaurar la independencia al exigir que los jueces afiliados a un partido se reúnan y decidan sobre cinco jueces (esperemos que) independientes. Para que se la perciba como una institución legítima, la Corte Suprema no puede seguir estando tan politizada. Se debe restaurar cierto grado de independencia para que los estadounidenses confíen en que la Corte Suprema es un órgano que decide cuestiones de derecho, en lugar de una herramienta que impulsa la agenda de un partido.