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La amenaza que representa la IA generativa para la democracia
Nuestra democracia sólo puede prosperar cuando los votantes tienen acceso a información precisa. Pero las deepfakes producidas con inteligencia artificial (IA) se están utilizando como arma para difundir desinformación y suprimir votos. Tomemos como ejemplo el Vídeo deepfake de Ron DeSantis declarando que abandonaba la carrera presidencial de 2024, o la Deepfake del Partido Republicano Vídeo que muestra cómo se vería Estados Unidos en el futuro si el presidente Biden es reelegido.
Una nueva ley de Massachusetts regularía el uso de inteligencia artificial en la publicidad política, aumentando la transparencia y la rendición de cuentas.
¿Qué son los deepfakes?
Los deepfakes son vídeos, audios o imágenes alterados digitalmente que pueden utilizarse para engañar a los votantes. Este contenido muestra eventos o declaraciones que no sucedieron en realidad. Con esta tecnología de IA, literalmente puedes poner palabras en la boca de otras personas y expresiones en sus caras. Es preocupante.
En 2018, el cineasta Jordan Peele produjo un cortometraje deepfake que demuestra los peligros de los deepfakes:
Lamentablemente, en los seis años transcurridos desde que se publicó ese video, las falsificaciones profundas se han vuelto más baratas y fáciles de producir (y, lo que es preocupante, mucho más convincentes).
¿Por qué necesitamos actuar ahora?
La tecnología de inteligencia artificial avanza rápidamente y cada vez resulta más difícil distinguir los deepfakes de la realidad. Un vídeo que hace unos años habría requerido un gran presupuesto y un equipo de producción completo, ahora puede ser creado por usuarios comunes con solo unos pocos clics.
Los deepfakes ya han entrado en juego para las elecciones presidenciales de 2024. Durante las primarias de New Hampshire, los votantes recibieron Una llamada automática haciéndose pasar por el presidente Joe Biden que les decía a los destinatarios que no votaran en las primarias presidenciales.
¿Por qué los deepfakes políticos aún no son ilegales?
El contenido generado por inteligencia artificial difumina las fronteras entre el fraude y la libertad de expresión. En las redes sociales, las personas tienen libertad para expresar sus ideas y opiniones dentro de los parámetros de las políticas de la plataforma.
Según la Sección 230 de la Ley de Decencia en las Comunicaciones de 1996, los proveedores de servicios de Internet no tienen responsabilidad por el contenido de los usuarios y pueden establecer sus propios estándares sobre cómo moderar y eliminar el contenido. Esto hace que los usuarios sean responsables de su propio contenido, lo que genera debates sobre el equilibrio entre fomentar la libertad en línea y mitigar el contenido dañino.
¿Qué pueden hacer los legisladores del estado de Massachusetts?
En este momento, hay una propuesta de ley pendiente ante el Tribunal General de Massachusetts para evitar que los deepfakes difundan desinformación en nuestras elecciones. La Cámara de Representantes acaba de aprobar una ley para regular los deepfakes en los materiales relacionados con las elecciones y también hay S.2730 Lo cual sería:
- Exigir la divulgación de deepfakes en anuncios políticos publicados dentro de los 90 días posteriores a una elección y
- Dar a los candidatos que sean víctimas de falsificaciones profundas el derecho a demandar al editor.
¿Cómo puedo ayudar?
Si vive en Massachusetts, comuníquese con los legisladores de su estado e instelos a aprobar S.2730 para proteger el futuro de nuestra democracia.
No importa dónde vivas, puedes hablar con tus amigos y familiares sobre los deepfakes y animarlos a que comprueben la veracidad de la información que ven en Internet. También puedes denunciar la desinformación en https://reportdisinfo.org/.