Los grupos de buen gobierno dicen que la falta de políticas claras sobre los conflictos de intereses que involucran a los funcionarios electorales en Massachusetts significa que las líneas entre la información a los votantes y la actividad de campaña a menudo son borrosas.

"La Comisión de Ética ha eludido este asunto durante muchos años", dijo Pam Wilmot, directora ejecutiva de Common Cause of Massachusetts. "Por lo tanto, en este caso, es mejor dar un tirón de orejas que mirar hacia otro lado, que es lo que ha sucedido durante mucho tiempo".