¿Qué pasaría si personas como nosotros pudiéramos ser elegidas?

Los ciudadanos comunes de Nebraska, no sólo aquellos que tienen vínculos con donantes adinerados, deberían tener la oportunidad de presentarse como candidatos y ganar las elecciones. Lamentablemente, ese no es el caso todavía; para ganar, la gran mayoría de los candidatos necesitan recaudar grandes sumas de dinero.

Las reformas que proporcionan fondos públicos de contrapartida para amplificar las voces de los estadounidenses comunes a la hora de financiar las elecciones han eliminado esas barreras, permitiendo que candidatos de distintos orígenes ocupen cargos electivos.

Nebraska alguna vez tuvo su propia versión de financiamiento público de campañas, pero fue revocada en los tribunales. Una de las mejores cosas de los sistemas de donaciones de pequeñas cantidades es que amplifican la libertad de expresión de quienes simplemente no podrían postularse a un cargo sin ellos.

Los sistemas electorales financiados por los ciudadanos significan:

• Más gente común tiene la posibilidad de postularse para cargos públicos.
• Los candidatos pasan más tiempo escuchando y reuniéndose con sus electores, en lugar de centrarse constantemente en recaudar grandes cantidades de dinero de sólo un puñado de donantes.
• Los funcionarios electos son un reflejo de la comunidad en general y comparten valores y experiencias similares con los votantes comunes.
• Los funcionarios electos están menos endeudados con un grupo reducido de grandes financiadores y son más responsables ante todos los votantes.
• Las políticas y leyes responden mejor a las necesidades públicas y están menos sesgadas por los intereses especiales de los ricos.

Un sistema sólido de financiamiento de campañas públicas elimina la influencia corruptora de las contribuciones a campañas privadas de nuestra democracia.

Aportemos equilibrio a nuestra democracia, haciéndola responsable ante “Nosotros, el pueblo”, garantizando que todos tengan voz y voto igualitarios.