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Comunicado de prensa: El personal electoral del condado de Gillespie renuncia debido a amenazas de muerte y acoso
El director y el personal de la oficina electoral del condado de Gillespie renunciaron a sus puestos citando amenazas, acoso y hostigamiento debido a la desinformación desenfrenada que rodea el proceso electoral, según un informe reciente en el Estándar de Fredericksburg.
Anissa Herrera había sido administradora electoral en el condado de Gillespie en Hill Country, Texas, desde 2019. Ella le dijo al periódico que había recibido amenazas de muerte y había sido acosada en relación con su trabajo.
Common Cause Texas apoya a los administradores y trabajadores electorales de nuestro estado. El martes también es Día Nacional de Reclutamiento de Trabajadores ElectoralesLos interesados en convertirse en trabajadores electorales en Texas pueden encontrar más información aquí.
Declaración del director ejecutivo de Common Cause Texas, Anthony Gutiérrez
Common Cause Texas apoya a nuestros administradores y trabajadores electorales dedicados a garantizar que tengamos sistemas seguros y protegidos en Texas.
Las renuncias del condado de Gillespie son el resultado directo de malos actores que quieren que los trabajadores electorales dedicados abandonen su compromiso con nosotros, los votantes, y nuestra seguridad electoral. Estas amenazas son intentos antiestadounidenses y extremos de impedir que los trabajadores electorales locales, profesionales y no partidistas, realicen la importante labor de proteger el voto en sus comunidades y contarlo de manera justa.
A pesar de estas tácticas de intimidación ilegales y atroces, los esfuerzos de protección electoral de Common Cause Texas y otros grupos continúan trabajando para dotar de personal a los centros de votación con personas comprometidas con la protección de la democracia. Alentados y animados por aquellos que están dando un paso adelante para convertirse en trabajadores electorales y desempeñar estos roles críticos de administrar nuestras elecciones.
Muchos trabajadores electorales están comprometidos a ser la primera línea de nuestra democracia, por lo que también debemos luchar en su nombre y aprovechar las herramientas que tenemos para protegerlos y el papel crucial que desempeñan en nuestra democracia.
No podemos permitir que nuestros funcionarios electorales locales sean maltratados de esta manera. Texas debería promulgar sanciones más severas para quienes acosen a nuestros funcionarios electorales locales y los fiscales deben tomar estos incidentes en serio.
Es importante destacar que también necesitamos que nuestros funcionarios electos, incluido nuestro gobernador, dejen de propagar mentiras que socavan la confianza en nuestras elecciones.