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Los miembros de la Cámara de Representantes de Texas proponen un proyecto de ley que podría costar millones a los contribuyentes y provocar daños en las máquinas de votación

La decisión de politizar nuestras elecciones mediante la realización de una revisión partidista de las papeletas sólo seguirá fomentando la desconfianza en nuestra democracia y dejará que los contribuyentes texanos paguen la factura. Esto no es más que un plan cobarde y partidista destinado a distraernos y dividirnos.

Causa común de Texas responde 

Dos docenas de republicanos de la Cámara de Representantes han legislación propuesta exigir una revisión por parte de terceros de los resultados de las elecciones de 2020 en los condados grandes. 

En otros estados, los funcionarios electorales han tenido que reemplazar sus máquinas de votación después de realizar revisiones similares. Los contribuyentes del condado de Fulton, Pensilvania, han Ya tuve que pagar para reemplazarlo sus máquinas de votación, después de que se le permitió a Wake TSI acceder a ellas. Las máquinas de votación en el condado de Maricopa, Arizona, han sido contaminadas por las acciones de Cyber Ninjas, y lo serán. costó casi $3 millones reemplazarloLos funcionarios republicanos de los condados de York y Tioga en Pensilvania han citó el costo de reemplazar las máquinas de votación como razón para no participar en revisiones privadas de sus elecciones. 

Declaración del director ejecutivo de Common Cause Texas, Anthony Gutiérrez 

La decisión de politizar nuestras elecciones mediante la realización de una revisión partidista de las papeletas sólo seguirá fomentando la desconfianza en nuestra democracia y dejará que los contribuyentes texanos paguen la factura. Esto no es más que un plan cobarde y partidista destinado a distraernos y dividirnos. 

Lo que proponen los republicanos de Texas no es una auditoría, sino una revisión simulada de las papeletas de votación, cuyo objetivo es alimentar la desconfianza en nuestras elecciones y fabricar justificaciones para proyectos de ley que dificultan aún más la votación. Esto se produce apenas unas semanas después de que los mismos líderes aprobaran una legislación en mitad de la noche para dificultar aún más la votación de los texanos. No hay duda: se trata de otro intento partidista no sólo de silenciar las voces de los votantes, sino de anular la voluntad del pueblo. 

Tampoco hay duda: esto tendrá costos para los contribuyentes, costos que casi con toda seguridad ascenderán a millones, costos que son completamente innecesarios. Ningún esfuerzo por socavar nuestra fe en nuestras elecciones es digno de nuestra democracia o de nuestros impuestos, y tampoco lo es este espectáculo partidista.  

Al 9 de diciembre de 2020, los 50 estados, incluido Texas, habían certificado los resultados de las elecciones presidenciales de 2020. El 6 de enero, a pesar de una violenta insurrección en el Capitolio de nuestra nación, el Congreso certificó los resultados de las elecciones y el presidente Joe Biden y los líderes electos de Texas asumieron el cargo en enero de 2021. 

Las elecciones de 2020 han terminado.  

El pueblo de Texas, impertérrito ante una pandemia mortal, hizo oír su voz en las urnas el pasado noviembre. Ocho meses después de las elecciones, es hora de que nuestros líderes electos se pongan manos a la obra en este estado y hagan el trabajo para el que fueron elegidos.  

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