Hoy es el día de las elecciones en Texas, las primeras desde que los republicanos aprobaron Proyecto de ley del Senado n.º 1, un paquete ómnibus de disposiciones que restringen la participación electoral.

A continuación se presenta una declaración del director ejecutivo de Common Cause Texas, Anthony Gutiérrez:

“Texas ya era el estado más difícil para votar antes de que los republicanos aprobaran estas leyes que lo hicieron aún más difícil.

Lo que estamos viendo hoy es un pequeño avance de lo que podemos esperar ver a una escala mucho mayor en noviembre, a menos que el gobierno federal finalmente tome medidas reales para intervenir.

Vimos solicitudes de voto por correo y boletas rechazadas a tasas sin precedentes, sitios de votación que abrieron tarde o no abrieron en absoluto debido a la escasez de trabajadores electorales y problemas tecnológicos generalizados.

El estado fue advertido sobre la posibilidad de que se produjeran estos problemas cuando se estaban examinando estos proyectos de ley en el comité. Aunque tuvieron muchas oportunidades, nuestro Secretario de Estado decidió centrarse en la política y la implementación quedó en manos de funcionarios locales que recibieron poca o ninguna orientación o comunicación del director electoral de nuestro estado.

La democracia de Texas no puede continuar por mucho más tiempo con una infraestructura electoral tan poco confiable.

Demasiados tejanos, sin tener la culpa, se están enfrentando a problemas creados por un liderazgo estatal hiperpartidista y, para muchos de ellos, la cantidad de tiempo y esfuerzo necesarios para navegar por estos nuevos procesos es simplemente demasiado.

Los problemas que estamos viendo hoy serán problemas mucho mayores en noviembre, cuando un número exponencialmente mayor de personas acudan a las urnas.

Sabemos que los políticos a cargo de Texas no harán nada para evitar que los problemas que estamos viendo hoy se conviertan en un problema en noviembre. Necesitamos que el Congreso intervenga y tome medidas o veremos estos problemas en cantidades mucho mayores y en más estados en noviembre.

En definitiva, nuestros funcionarios electos deberían facilitar –no dificultar– que cada votante elegible haga oír su voz en nuestras elecciones democráticas. Estas primeras elecciones desde la aprobación de la SB1 demuestran que Texas no está cumpliendo con esa expectativa. Nuestros votantes merecen algo mejor”.

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